Dado que las melazas constituyen un
ingrediente clave en la mayor parte de piensos compuestos,
es importante que su uso se controle con exactitud.
Para conseguir este propósito y asegurar que
se obtienen los niveles formulados, se necesita una
cierta instrumentación en todas las instalaciones
de melazas. El nivel de dicha instrumentación
puede variar de una fábrica a otra y en función
de las cantidades de melazas utilizadas.
Las grandes fábricas, con varios
mezcladores y con varias grandes líneas de granulado,
requerirán obviamente más instrumentación
que una pequeña fábrica con un solo mezclador
y una línea de granulado. En cualquier caso,
el uso de melazas en la fábrica, si se carece
de la mínima instrumentación, no puede
ser calibrado con exactitud.
Las siguientes orientaciones, dadas
con un carácter general, se proponen como línea
de partida, a partir de la cual puede desarrollarse
un eficiente sistema de fabricación.
El instrumento primero y más
importante consiste en un dispositivo de medición
eficaz y fiable en el tanque de almacenamiento principal.
Si existe más de un tanque, debe haber un medidor
en cada uno de ellos. El propósito de este dispositivo
medidor es indicar con claridad la cantidad de melazas
almacenadas, de tal manera que el personal de la fábrica
sepa cuándo se debe hacer el pedido de la siguiente
entrega, que el conductor de la cisterna que entrega
las melazas sepa con exactitud el espacio disponible
para la carga pedida y, lo más importante, que
las melazas almacenadas puedan ser comprobadas con facilidad
semanalmente a fin de conseguir que no haya discrepancias
entre las cifras reales y teóricas de uso semanal.
Dentro de la gama de indicadores usados
se encuentran las sencillas unidades conocidas como
"de pesa", consistentes en un flotador colocado
en el interior del tanque, el cual está conectado,
por medio de un cable que pasa sobre una polea, a un
indicador que hay en un bastidor vertical en el exterior
del tanque. Este bastidor tiene pintada encima una escala,
de tal forma que la manecilla indique la cantidad almacenada.
El punto débil de este tipo de dispositivo medidor
es que tanto el clima como las propias melazas pueden,
en ocasiones, hacer que la polea no funcione, por lo
que exige un mantenimiento constante.
A veces se usa, y en ciertas condiciones es aceptable,
un sistema de medición visible, consistente en
un tubo transparente de plástico en el exterior
del tanque. Este tubo debe sujetarse
y mantenerse firme, por medio de escuadras ranuradas,
en un lateral del tanque, de lo contrario se dilatará
y se soltará.
La conexión del tubo al fondo
del tanque debe ir dotada de una válvula. El
diámetro interior del tubo debe ser de 25 a 37
mm. Con melazas de alta viscosidad y tiempo frío,
el movimiento de las melazas dentro del tubo tenderá
a ser lento. Si existe la menor posibilidad de que se
produzcan actos vandálicos, no debe usarse este
tipo de dispositivo. El tubo de plástico puede
decolorarse mucho al cabo de algún tiempo, lo
que dificultaría la lectura del medidor. Al igual
que el otro tipo de dispositivo del flotador interno,
el sistema de tubo de plástico requiere la instalación
de una escala graduada colocada de forma permanente
sobre el tanque, al lado del tubo.
El dispositivo más común
es el de simple sistema de presión con un indicador
acoplado directamente sobre el tanque o sobre un soporte
cercano. El medidor puede calibrarse para que dé
la lectura del volumen o del peso y debe referirse siempre
al tanque al que va acoplado. Este tipo de dispositivo
ha demostrado ser muy satisfactorio y, si se le dan
al proveedor los datos correctos sobre el tanque y las
melazas que se van a usar, la lectura será de
gran exactitud.
Algunas fábricas están
utilizando actualmente sistemas ultrasónicos
que no requieren contacto para la medición del
nivel de líquido y del contenido de los tanques.
El transmisor está emplazado encima del tanque
y conectado por cable a una unidad de visualización
situada en un lugar que resulte conveniente tanto para
el personal de la fábrica como para los conductores
que hacen las entregas de melazas. El costo de un dispositivo
de este tipo se ve rápidamente compensado por
una exacta determinación de las melazas usadas
por la fábrica en una semana, así como
por la eliminación del costo implícito
en el llenado excesivo de tanques y los posibles peligros
de contaminación, así como la pérdida
de stocks.
Cuando existen distintos puntos de
utilización dentro de una fábrica, es
esencial que cada uno disponga de un buen medidor de
flujo, de forma que la utilización de melazas
en cada máquina pueda ser controlado y anotado.

Contador electromagnético de SGS
El factor clave para conseguir unas
buenas formulaciones es la exactitud, y los sistemas
informatizados de pesaje para el mezclado de materias
primas en las fábricas de piensos funcionan dentro
de unos márgenes muy pequeños de tolerancia.
Desgraciadamente, las melazas no suelen ser pesadas,
excepto en algunas plantas de mezcla muy especializadas,
y, a menos que se use un medidor de flujo, la incorporación
de melazas se convierte en una operación cuyos
resultados son un tanto aleatorios.
El tipo más antiguo de medidores
de flujo de desplazamiento positivo nunca dio muy buenos
resultados cuando se usó con melazas. Partes
del medidor se encontraban de hecho en las propias melazas,
y el mínimo trozo de azúcar caramelizado
o las partículas más menudas de fibra
eran suficiente para hacer que dejara de funcionar. Era necesaria una filtración
tan fina que el flujo de las melazas se veía
impedido y obligaba a una continua limpieza.
Los medidores de flujo instalados
actualmente en las fábricas son del tipo electromagnético
y, a lo largo de los años, han demostrado ser
económicos, exactos, fiables y carentes de problemas.
Los medidores pueden instalarse en cualquier posición
que resulte cómoda en el sistema de tuberías
entre la bomba y el punto de descarga, aunque cada tamaño
de medidor exige una distancia mínima del punto
de salida.
Es fundamental que la instalación
de un medidor de flujo electromagnético sea adecuadamente
estudiada y, antes de hacer el pedido de una unidad,
habrá que informar al fabricante de la gravedad
específica de las melazas usadas, el flujo máximo
y mínimo requerido y la longitud de tubería
que habrá desde el medidor hasta el punto exacto
de salida o descarga. Asimismo, antes de pedir una unidad,
deberá determinarse la posición y el número
de instrumentos de visualización y registro conectados
con cada medidor. Estos medidores se conectan fácilmente
a sistemas de control automático de granuladoras,
mezcladores y bombas de velocidad variable. No existen
piezas móviles del medidor que se encuentren
en el propio flujo de melazas, y estos medidores pueden
funcionar sin problemas con todo tipo de mezclas de
melazas.
CONTROL DE TEMPERATURA
Como las melazas no se ven en la fábrica
(salvo que se produzca un accidente), no se les presta
atención y, sin embargo, sus características
normales pueden cambiar en cualquier momento dando como
resultado alteraciones del flujo en bombas y tuberías,
alteraciones que no son visibles.
El factor que produce esos cambios
en los sistemas de la fábrica es la temperatura
de las melazas y, en muchas fábricas, suele descuidarse
el tema de la temperatura. Para mejorar la situación,
el tanque de almacenamiento principal debe dotarse de
un dispositivo de control de temperatura, preferentemente
dentro de una escala que vaya de 0º a 50º C. Este dispositivo
debe colocarse en la parte baja del tanque, en un punto
que sea fácilmente observable.
El
tanque de almacenamiento principal y la tubería
de salida de éste a la bomba principal de trasiego
de melazas son los puntos más vulnerables del
sistema, y una caída de 5º C en la temperatura
de las melazas puede hacer que prácticamente
se duplique el factor de viscosidad. Esto reduce el
flujo de las melazas hacia la bomba y a la salida de
la bomba, lo que podría conducir a unos niveles
de fluctuación en el tanque de servicio de melazas.
Una indicación de baja temperatura en el termómetro
ayudará al personal a identificar la causa de
un problema en el uso de las melazas.
Dado que la mayor parte de las fábricas
disponen de un tanque de servicio de melazas que puede
calentarse, es asimismo importante que se instale también
un dispositivo de control de temperatura en dicho tanque.
Dicho dispositivo debe tener una escala que abarque
de 5º a 60º C, y el área por encima de los 40º C
debe estar claramente marcada de rojo como área
de peligro. Con una temperatura de almacenamiento por
encima de los 40º C, la calidad de las melazas empieza
a deteriorarse y por encima de los 60º C pueden llegar
a ser bastante peligrosas, lo que obligaría a
tomar medidas inmediatas para reducir la temperatura.
En los sistemas de melazas, hay dos
lugares fundamentales en los que se deben usar indicadores
de presión. El primer punto es en el sistema de
tuberías que hay inmediatamente después
de la bomba principal de trasiego que pasa melazas del
tanque principal de abastecimiento al tanque de servicio.
La presión operativa normal dependerá
de tres factores:
(a) el tamaño de la bomba en
relación con su especificación de caudal,
bien sea en kilos por minuto o en toneladas por hora;
(b) el diámetro, longitud y
altura del sistema de tuberías que van al tanque
de servicio;
(c) la viscosidad/temperatura de las
melazas usadas.
CONTROL DE PRESIÓN
El indicador de presión debe ir marcado a su
presión de funcionamiento operativa normal, y
cualquier variación que se produzca, por encima
o por debajo de la línea, debe ser investigada.
En tiempo frío se producirán incrementos
de presión debido a la mayor viscosidad de las
melazas. Si la bomba tiene un motor de una potencia
adecuada, probablemente será capaz de superar
el mayor factor de carga, pero la cantidad de melazas
que llegue al tanque de servicio disminuirá,
lo que podrá afectar al suministro a las bombas
medidoras causando variaciones en la calidad de los
gránulos.
Una disminución de la presión
en el indicador puede deberse a la utilización
de una mezcla de melazas con un factor inferior de viscosidad,
a unas temperaturas ambientales muy altas en verano,
o a que la bomba esté muy desgastada y necesite
nuevos engranajes o un cambio de rotor/estator.
El segundo lugar en el que hay que
instalar un indicador de presión es en un tramo
de tubería que se usa exclusivamente como canalización
circular. El indicador debe instalarse en la parte superior
de la tubería, lo más cerca posible de
la bomba.
El
indicador debe ajustarse de acuerdo con las condiciones
normales de bombeo cuando no se usan melazas de la tubería
y la válvula de seguridad de presión de
la línea de retorno al tanque está totalmente
abierta. Cuando la línea está en situación
de máximo uso, el indicador de presión
debe comprobarse de nuevo. Si ha habido una bajada de
presión, hay que ajustar la válvula de
seguridad de presión para que dé una lectura
ligeramente superior a la presión que había
cuando no se estaban extrayendo melazas de la línea.
Es importante saber que el ajuste del indicador de presión
debe ser siempre inferior al de la válvula de
seguridad de presión que va incorporada a la
bomba principal. De lo contrario, las melazas se limitarían
a circular por la bomba y no por la canalización
circular. Si las melazas no se calientan, el posible
aumento de viscosidad producido en tiempo frío
puede fácilmente ser causa de grandes dificultades,
impidiendo que la canalización circular reciba
el suministro adecuado de melazas. Las canalizaciones
circulares pueden ser causa de muchos problemas, muchos
de los cuales suelen pasar inadvertidos.
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